lunes, 25 de abril de 2016

POBLACIÓN EN TORNO A 1500










 CONTAR POR HOGARES:

 Cuando en el siglo XVI los funcionarios europeos censaban y fijaban impuestos a su población, a menudo lo hacían por «hogares». El término alude a una familia apeñuscada en torno al fuego, ventilada a través de un agujero en el techo, ocupando un par de habitáculos: el hogar propiamente dicho (donde se cocinaba, se comía y se realizaban los trabajos domésticos) y un espacio para dormir. El almacenamiento lo era todo; la comodidad humana y la privacidad escasos. La prosperidad venía dada por la existencia de un sótano, un granero y un establo. En las frías noches de invierno europeas convenía tener cerca los animales (dentro de la «gran casa») como fuente de calor. contar a las personas no era frecuente antes de 1789, aunque aparecieron fórmulas intermedias con la llegada del Estado impositor, los censos parciales de la población se hicieron más frecuentes.

 El registro europeo más antigüo es de 1232 de matrimonios en la ciudad de Rímini, en el siglo XIV en Italia había 10 registros y 50 en el siglo XV en toda Europa. En cuanto al control fiscal por cabezas existe un registro de 1086 en Inglaterra llamado domesday book y otro de Francia en 1328 y en Florencia un catastro de 1427-30. En china un censo de la época Ming 1368 por casas.

LAS CIFRAS CIRCA DE 1500.


EUROPA  81 MILLONES. 
ASIA. 280 MILLONES. 110 EN CHINA Y 100 EN INDIA
ÁFRICA. 46 MILLONES
LAS AMÉRICAS DE 14 A 80-100 MILLONES
OCEANÍA. 2 MILLONES

CRECIMIENTO EN EL SIGLO XVI:

CAUSAS:

-Cambio climático, tras el enfriamiento del siglo XIV mayor  calentamiento afines del XV hasta 1550. Empezaría una pequeña era glacial  que duró hasta el siglo XIX.( Causa el sol o erupciones volcánicas). Disminución de los conflictos a partir de 1450 (posible causa).
-Unir las tensiones y conflictos a partir del 1570.

 Todos concuerdan en que había un «aumento pronunciado» de la población, pero no está claro cuándo comenzó ni cuándo acabó. Muy vacilante a finales del siglo xv, en muchos lugares no era significativo antes de 1520. En Inglaterra el crecimiento no comenzó a ser registrado hasta 1510 y a partir de entonces casi se duplicó durante el siglo siguiente. En los Países Bajos fue más precoz. En las provincias septentrionales se mantuvo hasta 1650, pero en las meridionales se debilitó.

- Crisis alimenticias y espirales de enfermedades, como la peste bubónica, la viruela, la sífilis, etc... Los peores momentos se producían tras dos años seguidos de primaveras frías y meses de cosecha húmedos, lo que daba lugar a precios más elevados de los alimentos y el grano: 1569-1574,1586-1589,1593-1597, 1626-1629 y 1647-1649. En algunos lugares de Europa el cambio climático pudo muy bien tener como consecuencia descensos significativos de la producción de alimentos. El impacto de la «Pequeña Edad de Hielo» culminó en la década de 1640; 1641 fue el tercer verano más frío registrado en la historia de Europa. Escandinavia tuvo su invierno más frío en 1641-1642. En los Alpes desaparecieron campos y casas ante el avance de los glaciares; en 1647-1649 también se vivieron serias anomalías climáticas. En el otro extremo del mundo, el frío prolongado y la sequía contribuyeron a la crisis demográfica y las rebeliones de mediados de siglo que iban a conducir a la caída de la dinastía Ming en China.

-La dieta puede explicar también en cierta medida la demografía.El pan era el alimento básico, la mitad de lo que ganaba un jornalero, en Valencia, en el levante español, cobró importancia el arroz (importado del mundo árabe) y ese «grano de marismas» se convirtió también en una parte importante de la dieta en el norte de Italia y el sur de Francia. El maíz («grano de las Indias») se introdujo desde las Américas en la península Ibérica en la década de 1490, siendo cultivado cada vez más en la Europa mediterránea. Aunque en un primer momento se utilizaba sobre todo para alimentar al ganado, se podía convertir en harina para hacer pan, mientras que en Italia se refinaba para la preparación de un plato básico (polenta). En las Cevenas del sur de Francia, los más pobres hacían «pan de nueces» a partir de castañas o bellotas.

En América fueron más importantes el maiz y la patata:

... La primera manera de conservar la patata, conocida hoy en día como chuño, ya se utilizaba por lo menos hace 2000 años, aunque probablemente su origen sea muy anterior. Normalmente, se seleccionan las patatas más pequeñas, se colocan en un terreno llano y se deja que se hielen durante la noche. El proceso continúa durante tres noches seguidas, pero de día las patatas se dejan al sol y se pisan. De este modo se prescinde del agua que pudiera quedarles y también de la piel. A continuación se deja que se hielen dos noches más y una vez secas pueden durar meses, años incluso, y utilizarse para hacer harina o en sopas, mezclándolas con carne.
La carne y el pescado, en cambio, seguían siendo alimentos más locales y estacionales. En las mesas europeas la carne fresca se encontraba sobre todo en primavera y otoño aunque se preservaba también una parte guardándola en escabeche, salándola, ahumándola y secándola. Las salchichas resultantes, crudas o cocidas, tenían una gran variedad de aspectos, colores, sabores y nombres. Para François Rabelais eran el punto culminante de la cocina y tema de chistes procaces. El pescado solo quedaba por detrás del grano como alimento comercializado. La pesca era una gran fuente de empleo y el «territorio fantasma» más importante de reserva de alimentos. El bacalao blanco (del Atlántico) se salaba, mientras que el rojo (del Mediterráneo y el Atlántico) se ahumaba. En el Atlántico norte se pescaban sobre todo arenques. En los mercados de pescado de Amsterdam y Londres se vendían grandes cantidades de anguilas pescadas en las marismas recién drenadas de los Países Bajos. Si, como parece posible, el enfriamiento global hizo emigrar hacia el sur los cardúmenes de arenques.

CASTILLA:

En la península Ibérica la población de Castilla aumentó durante el siglo xvi, produciéndose quizá el crecimiento más rápido durante la década de 1530.

 La epidemia de 1599-1600 fue aterradora en su intensidad. Hasta 750.000 españoles —una décima parte de la población— cayeron probablemente víctimas de la peste en el período comprendido entre 1596 y 1614. Algunos lugares no parece que recuperaran su pujanza demográfica más tarde. Otros lo hicieron solo para sucumbir a epidemias posteriores, especialmente en 1647 y 1650. (Un estudio concentrado en el número de bautismos en 64 parroquias de toda Castilla sugiere severos declives en el interior de la península (en Extremadura y Castilla la Vieja). En otros lugares la expulsión de los moriscos y judíos conversos en 1609 tuvo un efecto catastrófico. Alrededor de 275.000 de ellos fueron expulsados, lo que hizo que Valencia perdiera una cuarta parte de su población. El efecto en Castilla y Andalucía fue menor, pero sin duda importante, especialmente en las ciudades. Lo más difícil es explicar el crecimiento general del siglo xvi frente al evidente estancamiento durante la primera mitad del xvii. Aunque este último no fue una crisis general tan catastrófica como la peste negra, plantea ciertos interrogantes sobre las debilidades sisté- micas que subyacían bajo el crecimiento del siglo anterior.

RECONSTRUIR FAMILIAS

MORTALIDAD INFANTIL MUY ELEVADA:

 En casi todas partes, una cuarta parte de los niños nacidos no sobrevivían hasta su primer cumpleaños, y sólo la mitad vivían hasta celebrar el décimo.
El diario de Jean Le Coullon, de una zona rural cerca de Metz, nos cuenta una historia muy habitual. Él mismo provenía de una familia de 13 hijos, diez de los cuales murieron antes de casarse. Se casó en enero de 1545 y su mujer le dio su primer hijo, Collignon, al año siguiente; el segundo dos años después, el tercero, Juan, en 1549, y el cuarto en 15 52. En 1553 su mujer murió en una epidemia, cuando ya habían muerto dos de sus hijos. Juan se volvió a casar once meses después y tuvo otros hijos con el segundo matrimonio, pero entre los diecinueve hijos mencionados en el diario, solo seis vivieron hasta cumplir los veinte años. Jean cuenta esas muertes en su diario, junto con detalles de la meteorología y el estado de las cosechas. Parece como si no le importara demasiado, excepto en el momento en el que murió su hijo, de nombre Juan, en 1549, cuando escribe: «Sentí tanta pesadumbre que no encontraba consuelo».

...La esperanza de vida en el momento del nacimiento era muy baja (digamos que de veinticinco años), y aunque mejoraba para quien sobrevivía hasta hacerse adulto, no era muy probable¿que llegara a cumplir 5 5 años. Los que vivían tanto no solían saber qué edad tenían.

EL REINO DE LA MUERTE

 Las epidemias o enfermedades mortales —peste bubónica, pero también tifus, escarlatina y gripe— podían llevarse por delante familias enteras y tener un serio impacto sobre las comunidades locales. Nuestro estetoscopio demográfico registra el espasmo del organismo demográfico cuando trata de asumir tasas de mortalidad que de repente subían hasta el 6-10 por 100 y en algunas ocasiones hasta el 30-40 por 100.

Una parte importante del espasmo era la urgencia sustancial, o más bien social, de la repoblación. Las tasas bautismales caen de repente y a continuación se recuperan rápidamente cuando el organismo trata de restaurar el equilibrio; pequeños baby-booms eran una respuesta habitual a catástrofes demográficas. Los registros matrimoniales recogen los muchos viudos y viudas que reconstituían sus familias y consolidaban su herencia.

OTROS DATOS

Los solteros eras 15 % de la población. Entre el 4 y el 10 por 100 de las novias estaban ya embarazadas cuando llegaban al altar, pero más de la mitad de ellas solo estaban en los primeros meses de embarazo cuando legitimaban su condición. Los hijos ilegítimos solían estar por debajo del 4 por 100 del número total de nacimientos, y a menudo por debajo del 2 por 100.
Los matrimonios concertados entre las familias eran comunes, pero aun así incluían cierto cortejo y negociación. A las viudas no se les obligaba en general a volver a casarse, y la eventual herencia les daba cierto poder. Muchos hijos vivían lejos de casa después de la pubertad, de forma que la autoridad paterna no era ya una realidad presente en sus vidas. Las oportunidades educativas de las mujeres eran muy restringidas pero tenían posibilidades de empleo y la Iglesia trataba de proteger su libertad de conciencia. Las restricciones sobre el comportamiento de las mujeres eran sobre todo sociales.
Los matrimonios tardíos eran una forma de anticonceptivo natural. La edad del matrimonio era inversa a los salarios reales; cuando estos últimos caían, la otra aumentaba. El depósito de «sirvientes del ciclo vital» (gente sexualmente madura, que esperaba su turno para casarse) era una reserva de repoblación demográfica. Parte de la Europa urbanizada resistía demográficamente en el siglo xvii debido precisamente a esa elasticidad.

EL IMPACTO DE LA GUERRA.

Resulta difícil calibrar el impacto de la guerra en general. El tamaño de los ejércitos europeos aumentó y la guerra afectaba más a la población civil. El asedio y conquista de Maastricht por los españoles en 1579 le costó la vida a un tercio de los habitantes de la ciudad. La población de La Rochelle se redujo de 27.000 habitantes a menos de 5.000 como consecuencia del hambre y la enfermedad durante 14 meses de asedio en 1627-28.
Afecto negativamente a Países Bajos y Francia a finales del siglo XVI. A partir de 1600, el número de muertes de civiles y militares relacionadas directa o indirectamente con el conflicto, durante las guerras civiles en las Islas Británicas y durante la Guerra de los Treinta Años en Alemania, fue (en proporción a la población total) más alto que durante la Primera Guerra Mundial. En Rusia, la desastrosa Guerra de Livonia (1558-1582) provocó un colapso político y financiero interno que llevó a la Época Turbulenta (1598-1613). Mientras la carga de los impuestos se duplicaba, los campesinos huían a la estepa boscosa de las tierras negras, dejando desiertas (según algunos informes) más de la mitad de las granjas.

VIDA MATERIAL MUY POBRE

 El testamento en 1593 de Wllliam Pardye, barquero, recogía como herencia para su único hijo John dos vacas, «toda mi vivienda tal como está [...] con el forraje y la leña que guardo arriba, mi bote en el embalse, mis botas y un par de zapatos altos». En Borgoña los objetos más acostumbrados en los legados eran los trébedes para el fuego, cacerolas y otros utensilios de cocina, incluyendo hasta las tablas para cortar el pan. Había a menudo un cofre con cerradura, una cama de madera y un colchón. En el siglo xv se había comenzado a abandonar la costumbre de dormir sobre un saco de paja en el suelo o sobre unas tablas. Los bastidores de madera para las camas con bandas cruzadas de cuero o cuerdas eran un regalo de bodas muy apreciado, y las camas con dosel de ese período eran enormes piezas (je mobiliario, signos ostentosos de riqueza familiar. En su testamento (23 de marzo de 1616) Shakespeare dejaba a su esposa Ana su «segunda mejor cama». Los colchones (rellenos de plumas "o lana, siendo la paja un sustituto barato) podían estar ricamente cubiertos con terciopelo, galón o seda. Pero la mayoría de la gente tenía pocos bienes que legar. En La Chanson a boire, el pintor neerlandés Adriaen Brouwer nos presenta el interior de una granja, posiblemente en las dunas al norte de Amberes; vemos cuatro campesinos sentados en muebles hechos a mano (cortados de viejos barriles) en torno a una mesa. Aparte de la gastada ropa que visten, solo se ven unos trapos, una jarra y una rebanada de pan.

CONSECUENCIAS DEL CRECIMIENTO DE POBLACIÓN.

El aumento de la población europea durante este período —en parte sobre la base del intercambio colombino de productos alimenticios—fue solo una faceta de un ascenso más general de la población mundial, especialmente marcado en Eurasia. El creciente poder estatal en Europa tuvo como reflejo la consolidación de algunos estados en Asia. La China Ming, la India Mughal y el imperio otomano eran, como los de los españoles, portugueses y neerlandeses en el Lejano Oriente, «imperios de la pólvora». Aquellos fenómenos globales estaban sometidos empero a restricciones igualmente globales. El espectacular aumento de la población humana durante el siglo xvi dio lugar a presiones sin precedentes sobre los recursos naturales, especialmente evidentes en las fronteras medioambientales, con un retroceso de la estepa frente'a los sembrados, una expansión a tierras cultivables marginales y una explosión de la caza comercial. Aunque no fue solo en Europa donde se manifestaron esas presiones desde finales del siglo xvi, sí es donde fueron más marcadas debido al cambio climático global, el enfriamiento del planeta que comenzó a registrarse desde alrededor de 1580 y cuyos efectos se lucieron más pronunciados hacia 1650. La crisis europea de mediados del siglo XVII tenía un contexto global, aunque la mayoría de sus elementos constitutivos fueran autóctonos.

OTROS PROBLEMAS:
 

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