Las aldeas medievales son el centro de la vida en la Edad Media. Más del 90 % de la gente vivía en estas estructuras.
Muchas eran pequeños fuertes que con el tiempo dieron lugar a ciudades como en la imagen superior.
Imagen del lugar arriba y reconstrucción abajo
En la aldea se podía notar la estructura de la sociedad medieval , observa el esquema-dibujo de abajo y verás como desde el Rey todos están presentes en el entorno de la aldea.
La aldea era también un centro de cultura, las iglesias románicas tenía muchas imágenes y eran un libro en piedra en un mundo con pocos lectores.
Las aldeas medievales se situaban en torno a un castillo o una iglesia parroquial. Alrededor de la aldea estaban las tierras cultivadas, que se disponían en anillos concéntricos. En el primer anillo, inmediato a las casas, se situaban los pequeños huertos familiares. En el segundo, los viñedos, olivares y campos de cereal. Los límites del término correspondían al bosque, que ocupaba una gran extensión y era una despensa de frutos, leña y animales.
Algunos de los ejemplos de aldeas mejor conocidos son los de la Extremadura Aragonesa, es decir, las tierras del Sur de Aragón durante la Reconquista. Estas aldeas se agrupaban en las llamadas Comunidades de Aldeas, como la Comunidad de Teruel, donde destacó Escorihuela por la llamada Sentencia de Escorihuela, pleito que se considera el origen de la independencia municipal en Aragón.
Las dimensiones de una aldea medieval variaban en función del lugar de ubicación. Así, en las regiones más montañosas y más boscosas las aldeas eran más pequeñas, y estaban compuestas por cuatro o cinco familias que sumaban generalmente entre 25 o 30 miembros en total. Como ejemplo de este tipo de aldeas pequeñas podemos citar las aldeas gallegas, asturianas o vascas de la época.
En otros casos, las aldeas contaban con más familias, generalmente entre 20 y 40 familias. Este tipo de aldeas más amplias se daban en lugares más secos y más llanos. Lugares especialmente dedicados a la agricultura, que en aquella época se situaban en tierras de Castilla y de Cataluña, de forma especial.
El número de familias dependía, además, del término geográfico del que dispusiera la aldea. En aquella época cada aldea tenía reconocido un espacio físico de cultivo y de bosque. Así, si el número de habitantes de la aldea sufría un aumento excesivo, el espacio reconocido podría no ser suficiente para garantizar el alimento de todos los miembros de la aldea.
Composición de la familia campesina
Las familias campesinas eran, fundamentalmente, familias nucleares, es decir, que se trataba de familias constituidas por padres e hijos. Esto era así ya que en aquella época la esperanza de vida era muy corta, situándose en torno a los 30 o 35 años. También hay que tener en cuenta que en aquella época había un alto índice de mortandad, y sólo la mitad de los niños y niñas solía llegar a cumplir los diez años de edad.
Este alto índice de mortandad existente en la época llevaba a las familias campesinas de entonces a intentar compensarlo con la búsqueda de una prole numerosa. De esta forma, lo normal en aquellas aldeas era que cada familia tuviese un número de hijos amplio, que generalmente solía oscilar entre los siete y los ocho hijos.
Las viviendas de los campesinos
La vivienda campesina de la época medieval consistía, generalmente, en un habitáculo rectangular con unas dimensiones muy pequeñas, que oscilaban entre los ocho y los diez metros de largo por tres o cuatro metros de ancho. Estas casas campesinas carecían de ventanas y sus muros generalmente estaban construidos con maderas y con barro.
Su distribución interior era muy sencilla, consisitiendo básicamente en dos espacios, uno de ellos reservado para los animales y el otro reservado para las personas. El espacio central del habitáculo era el fuego y el perol, generalmente colgado del techo y en torno al cual se comía y se dormía. Para dormir bastaban unas brazadas de paja extendidas en el suelo.
Este tipo de viviendas fueron modificándose y recibiendo ciertas mejoras a partir del siglo XIII. A partir de esta fecha los materiales empleados para su construcción fueron más duraderos, empleándose piedra o granito en el norte y adobe en tierras de Castilla. El perol perdió su lugar central y el espacio dedicado a las personas se dividió entre el dedicado a la cocina y el dedicado a dormitorio.
La alimentación en la aldea medieval
La base de la dieta en la aldea medieval estaba compuesta por legumbres cocidas, harina y carne de cerdo. La patata todavía era una gran desconocida y la dieta se completaba con algunos frutos silvestres. La dieta también contemplaba algunos ajos, cebollas, queso y pan. Las bebidas más frecuentes para acompañar a la dieta eran el vino, la sidra y la cerveza.
La vida cotidiana en la aldea medieval
El ritmo de cualquier aldea medieval estaba marcado por la luz solar. Las labores diarias comenzaban al salir el sol y finalizaban con su ocultación. Generalmente, el día quedaba dividido en tres partes, la primera parta abarcaba desde el alba hasta una hora antes del mediodía, momento en que se realizaba la comida principal.
La segunda parte del día era la comprendida entre la comida y la puesta de sol, momento en el que se realizaba la cena. Después de la cena, sobre todo en invierno cuando las noches eran más largas, llegaba el momento de las conversaciones y de los cuentos y oraciones en familia. Un momento empleado para descansar y compartir.
Aldea y castillo controlando un puente.
Aldea de vigilancia de un valle, como Frías sobre el Ebro.
Casa Campesina
Interior de una Taberna.
LABORES AGRÍCOLAS.
La imagen tradicional de Octubre es la siembra en París, bajo las murallas del Palacio del Louvre. Como el mes de junio, la escena tiene lugar en la orilla izquierda del Sena, en un campo cerca de la mansión de Nesle, frente al Louvre, la poderosa fortaleza reconstruida por Carlos V.
En primer plano, a la izquierda, un campesino a caballo rastrilla un campo. La grada o rastrillado se acentúa con ayuda de una piedra grande que permite que los dientes del rastrillo penetren más profundamente en la tierra.
A la derecha, otro hombre siembra sobre la marcha. Urracas y cuervos están picoteando semillas cerca de una bolsa blanca llena de granos y una alforja. Al fondo del campo se ve un espantapájaros que representa un arquero - hombre de armas bastante impopular en aquel momento - con los brazos extendidos para tratar de disuadir a las aves. En la Edad Media, las urracas y cuervos se consideraban criaturas del demonio y de mal agüero.
Hoja ilustrada, correspondiente al mes de Febrero, del libro de horas Las muy ricas horas del Duque de Berry (Les Très Riches Heures du Duc de Berry) considerado como el manuscrito ilustrado más importante del siglo XV enmarcado dentro arte gótico.
Un recinto vallado rodea una granja con un corral de ovejas y, a su derecha, cuatro colmenas y un palomar. Dentro de la casa, una mujer y dos hombres jóvenes se calientan delante del fuego. En el exterior en un paisaje nevado, un hombre corta un árbol con un hacha, con gavillas a sus pies, mientras otro cubierto con una capa-manta sopla sobre sus manos para calentarse. Además en la lejanía, una tercera persona conduce un asno cargado de madera hacia el pueblo vecino.
En la parte superior se ve la representación de la carta astral, con textos en latín, correspondiente al mes de Febrero: signos zodiacales (acuario y piscis), estrellas e inclinación del Sol entre otros aspectos astrológicos.
El manuscrito se conserva actualmente en el Museo Condé de Chantilly (Francia).
El trabajo en julio que se representa en la pintura es la cosecha y el esquilado de ovejas. Debe apretar el calor, dos campesinos ligeros de ropa se protegen del sol con sombreros de paja mientras siegan el trigo utilizando una hoz y una varita. Utilizando la varita separan un manojo de trigo del que cortan los tallos lanzando la hoz. Los segadores avanzan hacia el exterior de la parcela, girando hasta acabar en el centro de la misma. Uno de ellos lleva en el cinturón una piedra de afilar. Al otro lado del río otras dos personas, una de ellas una mujer, cortan la lana de las ovejas utilizando tijeras de esquilar de la época: forces. A su alrededor las ovejas pastan.
Salvo unas montañas imaginarias, el paisaje muestra al río Boivre en el primer plano que desemboca en el río Clain, a los pies del palacio condal de Poitiers. El palacio fue reconstruido por el duque de Berry despúes de que fuera parcialmente destruido por un incendio.
ALDEANOS CONSTRUCTORES.
la mayoría de las aldeas tenían su templo, las gentes que se esforzaron en aquellos siglos por tener la iglesia más digna, la parroquia más noble que sus recursos posibilitaban y que en muchos casos se han mantenido desde entonces y hasta nuestros días como emblema del lugar, como edificio de referencia, es igualmente la plasmación de una mentalidad, de una organización social, de un sistema económico, de unos métodos de trabajo, en definitiva, de unos modos de vida y una forma de ver el mundo muy particular.
ENLACES:
-VIDA COTIDIANA EN LA EDAD MEDIA. Arteguía.
ACTIVIDAD :
En el BLOG coloca 10 preguntas con un formulario de DRIVE sobre el tema.
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